23699E6F-8702-44A1-ABBC-6814C51C5968

Soy pescador desde que tengo uso de razón. No recuerdo un momento de mi infancia en el que la pesca no formase parte de mi vida, y sin lugar a dudas son mis mejores recuerdos. Hacíamos acampadas, fogatas, auténticas pescatas, sin miedo alguno a denuncias porque entonces no denunciaba ni el “tato”.

Recuerdo cómo mi madre me calentaba la leche en una cazuela de hierro al fuego. ¿Menudo sabor, verdad? Tengo ese gusto guardado en mi memoria como si fuese ayer la última vez que lo probé.

Y eso mismo quiero transmitir a mi hija. No sé si cuando crezca elegirá o no este camino. No me refiero solo a la pesca, sino al amor por la naturaleza, al cuidado de lo que nos rodea y a la importancia de disfrutar de las cosas sencillas. Su madre y yo intentamos inculcarle valores que creemos verdaderamente importantes.


¿Siente gusto por la pesca?

Tengo que decir que afortunadamente . Verla pescar alburnos con tan solo 3 años recién cumplidos es un auténtico espectáculo. Corre cuando escucha sonar las alarmas, levanta una sacadera que es casi más grande que ella, observa los peces mientras los fotografiamos y los “cura” en la cuna antes de soltarlos.

Me llena el alma ver cómo nuestros valores pasan a ella de forma natural, sin necesidad de explicárselo. Simplemente observa que nosotros amamos lo que hacemos y lo disfrutamos.

Hace tiempo que dejamos de complicarnos con lo “profesional”. Vamos con un aire de toda la vida, un pequeño cebado con PVA y a esperar resultados. Y lo normal es que acaben llegando. Pero lo importante es que vivimos la pesca en un ambiente familiar, sin presiones ni obsesiones, lo que hace que ella se sienta mucho más cómoda.

 


¿Es fácil combinar la paternidad con la pesca?

Definitivamente no. Y menos si ambos en la pareja sois pescadores, como en nuestro caso. Se acabaron las jornadas bajo la lluvia, los fríos y calores extremos. Además, los niños se ponen enfermos con frecuencia y eso complica aún más el poder salir a pescar.

A veces pueden pasar meses entre salida y salida, pero cuando vamos lo disfrutamos como si fuese la última. Con solo 3 años, mi hija ya ha estado en Francia y en varios escenarios de España, y hemos compartido jornadas realmente increíbles.


¿Satisfactorio?

Absolutamente. Si vuestro hijo o hija siente placer por la pesca, no vais a encontrar una sensación más emocionante que ver en sus ojos la admiración hacia vosotros.

Os dejo una pequeña galería de imágenes que espero os transmita lo mismo que me transmiten a mí.


👉 ¿Y vosotros? ¿Habéis compartido la pesca con vuestros hijos o seres queridos? Me encantaría leer vuestras experiencias en los comentarios.

48 Visitas totales
34 Visitantes únicos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *